- Vender carteras de crédito no es sanear un banco sino renunciar a sanearlo.
- Es la banca la que está engordando a la banca en la sombra.
Así titulaba
Expansión uno de sus editoriales del pasado jueves. Aludía el diario económico a que la banca española se está saneando a través de la venta de carteras de crédito a la llamada banca en la sombra, es decir, a fondos buitre que compran los créditos al 2% de su valor sabiendo que al menos obtendrán un cuatro.
Antes, cuando la banca no había entrado en la modernidad, o sea, en la necedad, el banquero de los manguitos se dedicaba a tres cosas:
- Daba créditos y asumía el riesgo de que no le devolvieran el dinero.
- Si los clientes no pagaban, se dedicaban a perseguirle para que pagara e incluso le embargaban, que es algo justo y necesario.
- En tercer lugar, si resultaba imposible recuperar lo prestado, reponía las pérdidas y recibía la correspondiente bronca. A fin de cuentas, algo más del 4% ya habrían recuperado y además se sometían al arbitrio judicial para intentar recuperar lo recuperable.
Ahora no, nombra a un Ceo senador y se dedica a contactar con los Blackstone, Blackrock, KKR, Apollo y compañía para colocarles todos sus activos tóxicos a precio de regalo. Naturalmente, estos fondos no saben quién es Juan Español y su flexibilidad ante el prestatario para llegar a un acuerdo se parece a la de la cintura de una ballena.
Vender créditos no es sanear un balance: es rendirse y dejar que lo sanee otro. Mejor, que lo exprima otro.
¡Ah!, luego no vale quejarse de la banca en la sombra. La está engordando la banca al sol.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com