• Y los medios de comunicación occidentales confunden al mundo.
  • Los que controlan la explanada de las mezquitas son los musulmanes, no los judíos.
  • Desde arriba apedrean a los judíos que acuden a rezar al Muro de las lamentaciones, no al revés.
Los palestinos se hacen fuertes en la explanada de las mezquitas, asegura la prensa internacional con ese amor por el tópico que provoca la saturación informativa, un fenómeno consistente en que cuantos más datos nos lanzan menos nos enteramos de las cosas. Quien no haya estado en Jerusalén pensará, al leer o escuchar lo de la explanada de las mezquitas, que la tal explanada es un llano donde los pérfidos policías judíos machacan a los pobres palestinos que acuden a rezar. De eso nada: los musulmanes poseen los dos inmuebles, las dos grandes mezquitas, arrebatadas a judíos y a cristianos. Los cristianos no tienen nada y los judíos, que son los que mandan en la zona, se conforman con el muro de las lamentaciones, que es eso, un muro, no un inmueble. Y lo más importante: los moros están arriba, no a la misma altura, y cada vez que les jalea el imán de turno se dedican a arrojar cantazos a los judíos que rezan abajo, al pie del muro. Más que de explanada de las mezquitas habría que hablar, para ser más inteligibles, del tejado del muro de las lamentaciones: en el tejado, los musulmanes, abajo los hebreos: es fácil deducir quién golpea y quién recibe los golpes. Cuando la cosa se vuelve imposible, esto es, 'cuando los palestinos se hacen fuertes' arriba, sube la policía israelí y reparte leña para que dejen de lanzar cantazos. Y con ello, qué vergüenza, habrán profanado, una vez más, los lugares santos del islam. Miren ustedes, los judíos no son unos santos y Netanyahu es un sionista peligroso. Pero los judíos tienen razón y la cosa hay que explicarlas como son. Más que nada, para no mentir. Y sí, los judíos son, para los cristianos, "nuestros hermanos mayores en la fe". Eulogio López eulogio@hispanidad.com