- La ministra de Fomento sí provoca rechazo: entre cualquier defensor de la vida.
- Fue Ana Pastor quien inició en España la vergonzosa era de la manipulación de embriones humanos como cobayas de laboratorio.
- Y la gran estafa científica: con los embriones sobrantes de la FIV no se ha curado ni un resfriado.
- En cualquier caso, Rajoy no ha ascendido a Ana Pastor: se ha librado de ella.
- Y Soraya está feliz: una competidora menos. Además, no se aguantan.
El análisis político en España se encuentra ubicado a la altura del betún. Ahora resulta que
Rajoy ha ascendido a
Ana Pastor a la
Presidencia del Congreso, tercera autoridad del país, en premio a su lealtad y desvelos. ¡Anda ya!
La cosa empezó cuando al fallecido Pedro Toledo le 'elevaron' a vicepresidente del Banco de Vizcaya, cargo que desde entonces se asimila a una ostentosa menudencia. Con su retranca habitual, Toledo lo comentó así a quien fuera director general de Supervisión del Banco de España, Ángel Madroñero: "Me han nombrado vicepresidente: me han degradado".
Ana Pastor quería ser vicepresidenta del Gobierno y se queda en presidenta del Congreso:
le han degradado.
Es la tercera persona del Estado: protocolariamente sí, pero nada más. Oiga no. Es una persona siempre dócil a Rajoy y Rajoy le ha apartado del poder, que es lo que se posee en el interior del Ejecutivo.
Es el justo castigo a su paso por Fomento, que ha sido un desastre, y ahí está Adif, Renfe o Aena para demostrarlo.
¿Qué no provoca rechazo? Pues debería. Por ejemplo, rechazo de los defensores de la
vida y entre los católicos. Fue Ana Pastor quien
inició en España la vergonzosa era de la manipulación de embriones humanos como cobayas de laboratorio. Es decir, una de las grandes matanzas de inocentes y, encima,
una de las grandes estafas científicas de nuestro tiempo: masacrando embriones humanos -los 'sobrantes' de la FIV- no hemos logrado curar ni un resfriado.
Todo esto lo perpetró un 25 de julio de 2003. Ahora se cumplen 13 años. Zapatero y los socialistas sólo tuvieron que ampliar ese canal "ad nauseam", según costumbre.
En cualquier caso, Rajoy no ha ascendido a Ana Pastor:
se ha librado de ella. Y
Soraya Sáenz de Santamaría apenas puede ocultar su alegría: no sólo porque no se soportan sino porque, además, se ha quitado de encima una posible competidora.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com