- El PSOE gobierna gracias a los neocomunistas de Podemos y Podemos gracias al PSOE.
- Si alguna Pedro Sánchez tuvo principios los perdió en las primarias.
- No tengo fe pero tengo supersticiones y practico el espiritismo.
- No tengo fe pero mi vida está dedicada a la independencia de Cataluña.
- No tengo fe pero soy un liberal que busca un solo mundo regido por el nuevo Moloch.
La frase no es mía sino de los franceses de la zona limítrofe con Cataluña, cuando llegaron los exilados de lengua catalana que huían de la guerra civil: "
sea limpio, hable francés". O sea, no catalán, que es idioma sucio. Lo mismo se le podría decir ahora a doña
Francina Armengol (
en la imagen).
Se ha empeñado en que en todos los hospitales y ambulatorios baleares se hable sólo en catalán. Naturalmente, el personal se ha echado a la calle porque muchos de ellos vienen de la península y porque otros muchos prefieren hablar una lengua de 500 millones que otra de 10.
Pero ojo, doña Francina no es neo-comunista de Podemos. Es una señora socialista con gran apariencia de moderación. Es también, uno de los grandes apoyos de
Pedro Sánchez en su lucha con doña
Susana Díaz y ahora a doña Francina le ha dado por ser separatista. No olvidemos que Podemos es separatista cuando le interesa y que los neo-comunistas de
Podemos gobiernan en España gracias al PSOE y éste gracias a aquellos. Nada de extrañar: la última idea propia la perdió
Pedro Sánchez en las primeras. En cuanto a principios nunca los perdió porque nunca los ha tenido. Le vale igual
Ciudadanos que Podemos.
En cualquier caso, ¿por qué hace esto
Armengol? Pues lo hace porque como tantos otros, de distinta ideología, también de derechas (miren convergencia) para doña Francine el nacionalismo es un dios.
En esta sociedad de ateos triunfan tres dioses: el nacionalismo, su contrario, el globalismo, y el espiritismo. No tengo fe pero tengo supersticiones y practico el espiritismo. No tengo fe pero
mi vida está dedicada a la independencia de Cataluña. No tengo fe pero
soy un liberal que busca un solo mundo regido por el nuevo Moloch, el dios del dinero. Además, creo que sólo lo grande es bueno, cuando lo grandes es aquello que esclaviza a lo pequeño, es decir, a cada individuo.
Globalización, nacionalismo y espiritismo, porque, insisto, nunca como hoy, en un mundo ateo,
ha crecido la superchería del chamán. No creen en el Espíritu pero sí en el espiritismo.
Y lo del chiste: si no creo en la religión verdadera, ¿cómo voy a creer en estas tontunas? Salvo
Francina Armengol, claro está.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com