En cuanto aparece la cabeza de cerilla encendida de Boris Johnson en la televisión hay un europeo que, al otro lado del receptor pronuncia la frase mágica: Que se vayan.
Me refiero a los espectadores bien educados. El resto, que tampoco son una exigua minoría, dicen otras cosas no aptas para menores.
Una Europa que tenga hijos porque su mayor problema es el envejecimiento
El problema del brexit no consiste en un Reino unido que se separa sino en una Unión Europea que no ofrece ningún aliciente para ningún tipo de unidad. Es el momento de refundar Europa, una Europa basada en los principios cristianos, no en los mercados financieros. Una Europa de vuelta a su origen que es a donde tienen que volver las cosas.
Y un detalle: esa nueva Europa debe aumentar su índice de natalidad, sí, tener más hijos, porque su mayor problema actual es el envejecimiento.
La UE no tien vitalidad, y cuando las personas o las instituciones dejan de tener vitalidad suele ocurrir que se mueren.