José Ignacio Goirigolzarri o Carlos Torres, también Ana Botín, los banqueros españoles, andan enlodados en los despidos: traumáticos, carísimos y… no para mejorar la rentabilidad futura sino para enmendar la rentabilidad perdida en el pasado.
El negocio bancario ha dejado de ser negocio por el absurdo de los tipos cero. Que no ha reactivado la economía y que antes o después deberá saltar por los aires… y con ello saltará la deuda pública de los países con gobernantes irresponsables.
El error no es despedir sino la causa próxima de los despidos: las fusiones bancarias. Lo pequeño es hermoso lo grande es ingobernable. La pugna de la justicia social no se vive entre socialismo y capitalismo, que son dos cabezas de la misma hidra, sino entre lo grande y lo pequeño. Y es una lucha a muerte.
Los problemas bancarios no se arreglan con fusiones. Se arreglarán cuando suba el precio del dinero
Por lo demás, los problemas bancarios no se arreglan con fusiones. Se arreglarán cuando suba el precio del dinero.
Y todo esto cuando Óscar Arce, responsable de Estudios del Banco de España, acaba de advertir sobre un repunte de la morosidad bancaria. Sí, podemos alegrarnos mucho de que a la banca le vaya mal pero recuerden: cuando el banco se quema algo suyo se quema.
En cuanto al Gobierno Sánchez... hay que ser muy demagogo para endeudar al país gracias al dinero regalado y luego acusar a la banca de despedir trabajadores.