• La crisis de la economía china es más profunda de lo que parece.
  • Y provocará una crisis mundial peor que la de 2007: será crisis de  explotación laboral.
El mercado bursátil consiste en casar órdenes de compra y órdenes de venta para que las matemáticas del ordenador marquen el precio. Pues bien, en China no. Un sistema justo y aleatorio, si aceptamos que lo aleatorio pueda ser justo, más bien objetivo. Pero han decidido los chinos que el sistema no tiene por qué resultar justo. En esto, China es un solo país -de hecho extraordinariamente nacionalista y en esta línea algo fascista- con dos sistemas económicos (Comunismo y capitalismo, todo mezclado, que a fin de cuentas de la misma cosa se trata, de que lo grande se coma a lo pequeño, y tres locuras):
  1. La arbitrariedad maoísta. El jefe siempre tiene razón.
  2. La escasa consideración de la persona. Si no podemos alimentar a los chinos, no aumentemos el número de alimentos: disminuyamos el número de chinos: aborto obligatorio.
  3. La adoración al Dios dinero. El comunismo chino ha llevado hasta el paroxismo el calvinismo capitalista: si alguien acapara dinero es porque se lo merece y si, por el contrario, es un desgraciado es porque él se lo ha buscado.
Pues, ahora los chinos han decidido -eso sólo se le puede ocurrir a los comunistas- capitalistas- romper con las reglas de la bolsa: si los índices se desploman un 5% suspende la cotización durante 30 minutos. Para que se tranquilicen los ánimos y eso. Si baja por encima del 7% se cierra el mercado para todo el día. La tercera medida será: y si al día siguiente, persisten las bajadas se envía a los antidisturbios. El Gobierno chino lo ha intentado todo para sostener su pútrido sistema, que se está viniendo abajo: reducir tipos de interés para facilitar las exportaciones, todo lo que quieran. Lo que le ha ocurrido a China es que se ha puesto a producir a lo bestia, con unos salarios de miseria que han enriquecido a unos pocos y mantenido en la pobreza extrema a la mayoría de la población. El problema es del que produce mucho y la población no tiene dinero para comprar esa producción. Entonces tienes que recurrir al extranjero, pero ahí puedes tener un problema de exportaciones o, sencillamente, competencia en precio, tecnología y coste del transporte. Conclusión: la crisis bursátil china preludia la crisis que va a vivir China y en la que me temo, arrastrará al resto del mundo. China está al borde del estallido y ésta no será una crisis de especulación financiera, como la de 2007, sino mucho peor: será una crisis de explotación laboral. Eulogio López eulogio@hispanidad.com