- ¿Qué hacen los colegios religiosos que no braman contra la presidenta madrileña y contra su partido, el PP?
- ¿Qué hacen los jesuitas, dueños de colegios y universidades?
- ¿Qué hace el Opus Dei, que lidera tantos centros de enseñanza?
- ¿Qué hacen los salesianos?, ¿la Compañía de María?, ¿y los maristas?, ¿y los pilaristas?
- Con su silencio cobardón todos ellos demuestran más amor por el dinero del concierto que por la formación de sus alumnos.
- ¿Qué hace la Concapa, que se dice confederación Católica de Padres de Alumnos?
- ¿Qué hacen los cristianos del PP que cobran de su cargo público? ¿Presidir las ceremonias religiosas el día de la fiesta del patrón?
- Ni uno solo ha criticado la barbaridad de Cristinita. Y la hija del general ya da lecciones a los obispos.
- Y lo más grave de todo: ¿qué hacen los padres de los niños condenados al homosexualismo por lavado de cerebro en el cole?
- ¿Votarán al PP de Cristina Cifuentes las próximas elecciones?
- Católico: a ver si es que te están dando lo que te mereces.
Si no fuera por miedo, Cristinita Cifuentes (en la imagen), la estrella emergente del PP de Rajoy, sería la novia en la boda, el niño en el bautizo y el muerto en el entierro. En Hispanidad ya hemos contado el alcance perverso de la nueva ley autonómica, gobierno del Partido Popular, que condena a los menores al adoctrinamiento homosexual en las escuelas, tanto públicas como privadas. Todo esto me asombra pero no me sorprende. Sé lo que puedo esperar de esa derecha pagana que lidera Mariano Rajoy. Y tampoco me extraña la dictadura mordaza que quiere imponer el lobby gay. Todo aquel que se atreva a criticar la homosexualidad será condenado al silencio o a pena de cárcel, con ese maravilloso invento conocido como delitos de odio. Y lo que me asombra es abandonar el campo de batalla antes de que la batalla comience. Para entendernos, la ley de la choni del PP supone que los colegios, ojo, tanto públicos como privados, tendrán que dar clases de adoctrinamiento homosexual que naturalmente llevará a cabo el LGBT (al tiempo), o sea, los especialistas en la materia. ¿Y el ideario del centro? A freír espárragos. ¿Y la libertad de cátedra? Idem. ¿Y la libertad de los padres para que sus hijos reciban el tipo de formación que consideren más conveniente. De eso nada: los niños para el Estado, los forja el Estado, como hacían los soviéticos, como quiso hacer Hitler, sólo que no le dio tiempo. Esto no es sólo de Podemos, ahora es también de la Choni Cifuentes, es decir, del PP. Y ante todo este tornado, el silencio cobarde de los afectados. A saber: ¿Qué hacen los jesuitas, dueños de colegios de renombre? ¿Qué hace el Opus Dei, que lidera tantos centros de enseñanza? ¿Qué hacen los salesianos? ¿Y la Compañía de María? ¿Y los maristas? ¿Y los pilaristas? Con su silencio cobardón todos ellos demuestran más amor por el dinero del concierto que por la formación de sus alumnos. ¿Qué hace la Concapa, que se dice Confederación Católica de Padres de Alumnos? Un comunicadito tenue, no se vayan a enfadar nuestros hermanos mayores del puñetero PP. ¿Y qué hacen los propios cristianos del PP que cobran de su cargo público? ¿Presidir las ceremonias religiosas el día de la fiesta del santo patrón? Ni uno solo ha criticado la barbaridad de Cristinita. Y la hija del general ya se atreve a dar lecciones a los obispos sobre lo que es católico y lo que no lo es. Y lo más grave de todo: ¿qué hacen los padres de los niños condenados al lavado de cerebro en el cole? ¿Votarán al PP de Cristina Cifuentes las próximas elecciones? Y los dos obispos (Getafe y Alcalá) que se han atrevido a llamar a las cosas por su nombre, con exquisito respeto y amplia caridad, se enfrentan a una demanda por odio (tiene bemoles, la copla) por parte del lobby gay. Y Cristinita sonríe. Una sonrisa un poco boba porque ningún miembro del lobby gay va a votar al PP. Pero la choni del PP piensa en el uso interno que puede darle al asunto. Católico: a ver si es que te están dando lo que te mereces. Eulogio López eulogio@hispanidad.com