Dejemos de un lado el hecho de que lo primero que ha hecho el católico Biden es rodearse del hiperabortista Ron Klain. Eso ya da pistas.
Dejemos a un lado todo eso, que no debería dejarse de lado, y vamos a destacar que el Partido Demócrata se ha convertido a la progresía en todos sus elementos. Y si algo distingue a la progresía eso es su tendencia a lo grande.
Porque es la batalla de la postmodernidad no la de lo privado frente a lo público sino la de lo grande frente a lo pequeño. Y lo grande es ingobernable, lo pequeño es hermoso.
Es la batalla de la postmodernidad, tanto política como económica: lo grande es ingobernable, lo pequeño es hermoso
Ahora contemplen la viñeta de la publicación america Legal Insurrection. Quien la hizo sabía de que hablaba: en efecto, la caída de Trump no sólo representa el triunfo de los contravalores progres sobre la vida, la familia, la libertad y la propiedad, sino un gusto por lo grande. En materia política por la globalización, en materia económica por las grandes corporaciones, los grandes bancos… todo lo grande.Y lo grande, no sólo es ingobernable, sino que siempre tiende a machacar lo pequeño.
Y lo pequeño es hermoso, dijo Ernesto Schumacher.