• Asegura que seguirá derrochando el dinero de los católicos en COPE y 13 TV, "pese a quien pese".
  • Y eso que el prefecto vaticano para la Comunicación, monseñor Dario Viganò, acababa de aconsejar a la Iglesia española que se replantee su presencia en los medios.
  • Al parecer, en el Vaticano piensan que esos medios evangelizan más bien poquito.
  • El secretario de la Conferencia Episcopal Española, sacerdote de la Prelatura, se aferra, retador, al poder mediático de COPE y 13TV: seguiremos "pese a quien pese".
  • De paso, el padre Gil Tamayo muestra sus enormes conocimientos financieros: confunde pérdidas con inversión.
Pasó por Madrid el prefecto de la secretaría para la Comunicación del Vaticano, Dario Edoardo Viganò, se supone que el mandamás vaticano en materia de comunicación. Preguntado por si la Iglesia debería tener medios informativos, en alusión a dos pozos sin fondo como la COPE, Viganò puso el dedo en la llaga: no reparó demasiado en las pérdidas, e hizo bien, sino en si esos medios, la cadena de radio y el canal de TV, evangelizan o no evangelizan. Pues a Vigarò le parece que no mucho. Y como no le parece, con fineza vaticana, advierte que la Iglesia española debería replantearse si la radio y la tele son una prioridad. Pues bien, el secretario general de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo (en la imagen, micrófono en mano), valedor del presidente de la COPE y mandamás de 13TV, Fernando Giménez Barriocanal, le responde al ministro vaticano, en vivo y en directo, y niega la mayor. Asegura que van a seguir "pese a quien pese" y, en un alarde de supina ignorancia financiera, asegura que la Iglesia no ha enterrado 70 millones de euros en 13TV porque se trata de una  inversión. Oiga padre Gil, menos cachondeo. Esos millones, en su cuotaparte de accionista mayoritaria, se han abonado al canal 13TV, un saco sin fondo, para cubrir pérdidas. O sea, que nada de inversión: es cubrir pérdidas anteriores para que la empresa pueda seguir en pié. Y este año van perder otros 11 millones de euros. Ahora bien, si esas pérdidas -no inversión, padre Gil- sirven para evangelizar, nada que oponer. Pero, como informamos hoy en Hispanidad, los apóstoles Carlos Herrera, en COPE (16 millones de pérdidas acumuladas y un patrimonio que se ha diluído por cuatro con la gran gestión de Giménez Barriocanal) y Antonio Jiménez, el del gato cascabelado, van predicando la palabra de Dios con tanta eficacia como Juan el Evangelista y Pablo de Tarso… por lo menos. Pero ¿qué le pasa al Opus Dei, antaño baluarte de la ortodoxia cristiana y hoy con representantes del corte del padre Gil Tamayo? El secretario general de la Conferencia Episcopal no sólo dilapida el dinero de los cristianos para que Barriocanal presuma de gran editor. Es que, además, está dispuesto a defender que Carlos Herrera y Antonio Jiménez, estrellas de ambas cadenas, son dos evangelizadores de mucho cuidado. Es el mismo sacerdote del Opus Dei que le permite a Barriocanal pagar seis millones de euros (más publicidad) de los católicos a Carlitos Herrera para que hable de juguetes sexuales. Y también le paga a Antonio Jiménez por alabar a Cristina Cifuentes, la perseguidora de católicos, la misma que contradice a los obispos de Alcalá y Getafe, que le afean sus leyes de imposición homosexualista. Sí, el mismo Gil Tamayo, destacado miembro del Opus Dei, que incluso se permitió reñir a Carlos Martínez, el profesor del colegio Juan Pablo II, en defensa de las leyes homosexualista de Cristina Cifuentes. De la misma obispa Cifuentes del PP que ha remitido al fiscal la carta de un católico coherente, como el director Martínez a los padres de los alumnos del colegio de Alcorcón, a ver si consigue meterle en la cárcel por homofobia. Lo dicho: ¿Qué ocurre en el Opus Dei que permite que miembros caracterizados de la Prelatura perpetren estos actos y digan tamañas chorradas? Porque el hombre del Vaticano tiene razón: Ni COPE ni 13TV son una prioridad para la evangelización. Si encima constituyen piedra de escándalo y un derroche de dinero para la Iglesia, a mayor gloria del señor Barriocanal… Eulogio López eulogio@hispanidad.com