Miércoles 22 de abril: no es el Día de la Tierra, sino el día de la Madre Tierra y la madre que la peinó (esto último es mío, no de la ONU). Y es que si no elevamos al planeta a la condición maternal no podemos personificarlo y luego divinizarlo… que es lo que se pretende. En tan festiva celebración, Naciones Unidas asegura que hay que cambiar el modelo de progreso para que sea sostenible. Esta palabra es fundamental: sostenible.
Más de 1.000 millones de personas corren serio peligro de morirse de hambre en el mundo pero lo importante no es el crecimiento económico sino que el crecimiento resulte "sostenible". Miren ustedes cuando oigan hablar de crecimiento sostenible deben saber que lo que les están diciendo es que se esterilicen. Para los panteístas del Nuevo Orden Mundial (NOM), el enemigo a batir es el hombre. Se trata de reducir la población mediante la generalización de los abortivos de todo tipo. Lo que verdaderamente molesta a estos chicos de Naciones Unidas y del NOM es el hombre. Por esa razón, aseguran que la única manera de que el planeta tierra -esa madrastra que según la ONU debería sustituir a todas las madres del mundo- sobreviva es que no sobreviva el hombre. Sobran humanos, especialmente los más pobres, que no hacen más que pedir. Porque claro, en esto de la antinatalidad los ricos nunca están dispuestos a ayudar a los pobres… salvo a no tener hijos.
En cualquier caso, ténganlo claro: crecimiento sostenible es un eufemismo que quiere decir esterilización y, con un poco de suerte, desaparición de la raza humana por consunción. O, al menos, de los pobretones, que son mucho más que los millonarios. Está muy claro: al NOM, el género humano le cae gordo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com