Este vídeo podemita, al que hoy nos hemos referido en Hispanidad, lo explica mejor que yo. El Gobierno Sánchez, del que Podemos forma parte, pide unidad bajo el repetido eslogan de “Unidos venceremos al virus” mientras el vicepresidente Iglesias sigue jugando a Gobierno, que le gusta mucho porque le permite mandar mucho, y a la calle, porque siente la nostalgia de la violencia callejera. Como buen comunista bolivariano, Iglesias ha demostrado que sabe estar en misa y repicando.
Ahora bien, lo extraordinario es que, mientras el Gobierno predica unidad y exige a la oposición y a los medios informativos, así como a 47 millones de españoles, que colaboren con su autoconfinamiento… no se apea, ni un poquito, de su sectarismo ideológico. Sánchez e Iglesias, los dos, también el primero predica unidad mientras abofetea al discrepante y mientras mantiene la ideología de género, la ley de eutanasia o la persecución del varón en tiempo de confinamiento. El jueves, el progresista comisario de policía que comparece ante los medios nos habla de denuncias de mujeres contra sus parejas por “violencia psicológica”. ¡En pleno arresto domiciliario! Como si la mujer, en materia de violencia ‘psicológica’ no pudiera ser tan violenta como el varón… o más.
El dúo Sánchez-Iglesias. Un sectarismo cristófobo que no cede ni ante la tragedia
En resumen, el dúo Sánchez-Iglesias exhibe un sectarismo cristófobo, de ideología de género, que exige unidad pero que no cede en sus aspiraciones liberticidas y anticlericales... ni ante la tragedia de los muertos por el Covid.
Y así, corremos el riesgo de olvidar que este domingo es Domingo de Ramos, comienzo de la Semana santa, como el día 3 fue Viernes de Dolores, preparación para… Y, para entendernos, no serán ni Sánchez ni Iglesias quienes nos libren del coronavirus. Sólo volviendo a Cristo vamos a vencer al bicho. Por de pronto, venceremos la desesperanza, un virus muy peligroso que se está inoculando en demasiados españoles.