Emitir un bono a 50 años es una ruina para el emisor, ruina que es posible gracias a la política del gobernador del Banco Central Europeo (BCE). Mario Draghi, que pasa por ser el salvador de la economía europea, pero que está a punto de despedirse como su enterrador.
Como ocurre con todos los monetaristas, dicho o sea de paso. La economía no consiste en producir dinero, sino en producir servicios para el bien común. Señor Draghi: se ha tirado ocho años con la máquina de producir dinero a pleno rendimiento… y no ha conseguido sacar a Eurolandia de su marasmo. Lo único que ha conseguido es que Europa sigue creciendo por debajo de la lista de la OCDE. Pero su única receta es la clásica: ¿No quieres sopa? ¡Toma dos tazas!