Pedro Sánchez repite dos cosas: la primera, que su Gobierno es legítimo. La segunda, que es el presidente del Gobierno. Lo segundo nos lleva la sospecha de que no se cree que realmente sea presidente del Gobierno.

La primera tiene una respuesta reversible: el Gobierno de Pedro Sánchez es más legal que legítimo. Es legal porque ha llegado al poder mediante una moción de censura muy legal, pero poco legítima porque le apoyaron comunistas, separatistas y hasta proetarras. Esos sostenes no aportan mucha legitimidad.

La conclusión es la misma: no puedes gobernar con 84 diputados

Ahora, Sánchez ha decidido prorrogar los Presupuestos y gobernar mediante decretos. Y realmente puedes prorrogar los presupuestos, pero siempre que tengas superávit fiscal, que no es el caso. Este es el problema de fondo de Pedro Sánchez: se empeña en ser presidente del Gobierno con 84 diputados. Y eso no es posible.

Con 84 diputados sólo consigues que se dispare el cainismo

La conclusión es esa misma: no puedes gobernar con 84 diputados. Con 84 diputados sólo consigues que se dispare el cainismo… que es lo que está ocurriendo ahora mismo en España. Además de galvanizar a las masas ya de ello encarga su aliado, Pablo Iglesias. Ya saben: todos juntos contra el fascismo.

Y ya tiene un poco de coña que el propio Pedro Sánchez, en sus últimas declaraciones se rasgue las vestiduras porque el PP y C's estudien una alianza con Vox. Precisamente él, que se mantiene en el poder gracias los proetarras, la ultraizquierda de Podemos y Compromís o los separatismos varios, que odian a España. ¡Qué cara más dura!