• Al-Asad era un autócrata pero garantizaba la libertad religiosa.
  • Los fanáticos del EI se dedican a degollar, violar, esclavizar y mutilar.
  • ¿Tropas rusas en Siria? ¡Bien! Putin siempre acierta con el mundo árabe. Obama siempre la lía.
Puede que Rusia -es una tradición de Vladimir Putin- haya introducido tropas en Siria (ya tiene una base allí) para apoyar a Bashar Al-Asad. En ese caso, si las acusaciones norteamericanas son ciertas, bien Putin. En plata, el enemigo del Occidente libre no es el sirio Bashar Al-Asad sino el fanatizado Estado Islámico. Primero hay que destruir a este, luego ya veremos cómo echamos a Bashar Al-Asad. Una vez más, Putin acertaría, y Obama, hacedor de la fracasada primavera árabe, estaría metiendo la pata. ¿Y por qué el bueno es Bashar Al-Asad y el malo el califa Abu Bakr Al-Baghdadi (en la imagen), uno de nuestros más miserables conciudadanos globales? Pues porque Al-Asad no será ningún santo pero respetaba la libertad religiosa de sus ciudadanos. Por contra, Al-Baghdadi, se dedica a degollar, violar, esclavizar y mutilar a hombres, mujeres y niños cristianos, y kurdos. Eulogio López eulogio@hispanidad.com