Lo ha dicho la titular de Defensa, Margarita Robles: “No podemos aceptar que solo el 12% de los militares sean mujeres”. Oiga, señora ministra, ¿y si no quieren ser soldados más del 12% de las mujeres? ¿Les obligamos a ello para cumplir cuota? A las del PP, claro, no a la mujer progre, porque ésta es, sin temor a dudas, pacifista.
La igualdad de los desiguales es otra desigualdad
La tontuna de doña Margarita Robles supone algo parecido a esto: no podemos permitir que menos del 10% de las mujeres sean peones de albañil o mineros. ¿Y si no quieren serlo porque son trabajos que exigen más fuerza física que intelectual, o simplemente porque no les da la real gana? ¿Tenemos que obligarlas porque lo impone este feminismo centrífugo, apegado a la igualdad de los desiguales, es decir, a otra desigualdad?