En España se ha creado todo un movimiento político con los desahucios. Que sí, que ha sido un movimiento utilísimo. Por ejemplo, Ada Colau consiguió ser alcaldesa de Barcelona gracias a su lucha contra los desahucios y ahora, como regidora en jefe, es capaz desahuciar a cualquier okupa que se interponga en su camino. Y Pablo Iglesias se ha comprado un casoplón, de acuerdo, pero para detener al fascismo voxiano ha vuelto a llamar a la plataforma de desahuciados y a otros menesterosos.
Para entendernos, la gente puede, y debe, protestar por el altísimo precio de la vivienda. La gente puede, y debe, protestar por el disparado precio del alquiler que, mismamente, era la solución impuesta por la progresía contra las pérfidas inmobiliarias y los más pérfidos bancos.
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) sólo ha servido para que Ada Colau y Pablo Iglesias hagan carrera política y vivan a lo grande
Pero luego está algo aún más importante: el principio moral de pagar las deudas. Las personas pueden protestar por la carestía de los pisos (deberían) y pueden protestar por la carestía de alquiler (deberían). Lo que no pueden protestar es por los desahucios. Cuando compras un piso y pides una hipoteca, te arriesgas a no poder pagarlo. Máximo cuando hablamos de alquiler.
Puedes calcular mal en una hipoteca, pero no en un alquiler. En cualquier caso, el propietario de la vivienda tiene derecho a echarte si no le pagas por un bien de su propiedad que estás disfrutando. Menos dramatismo y menos intereses creados.
Y ahora, los desahucios por alquiler superan a los desahucios en propiedad
Conozco un anciano búlgaro (sí, Bulgaria existe) que vive alquilado en una habitación. No aspira a más y eso que, a veces, lo que obtiene por pequeños servicios más las limosnas, no le permite pagar el alquiler y su propio sostenimiento. Jamás lo he visto montar un pollo y si alguna vez no le llega, nos solicita un ‘extra’ a los habituales, una aportación ‘extra’. Con tipos como este, ni Ada Colau sería alcaldesa de Barcelona ni Pablo Iglesias tendría un casoplón.
Y esto es importante.
Pero las deudas hay que pagarlas. Si el precio era justo, el desahucio también lo es.