Almudena Grandes ha sido galardonada con el Premio Nacional de Narrativa 2018 por su obra “Los pacientes del doctor García” y, mayormente, porque el PSOE ha llegado al poder. RTVE, ahora plural e independiente, le ha dedicado minutos y otros cuantos más a la promoción a su libro, premiado por su “rigor histórico”. Tiene bemoles.
Grandes (en la imagen) se consagró con la Sonrisa Vertical. Literatura erótica, le llaman. Fernando Fernán Gómez no sabía distinguir entre erotismo o pornografía. Sinceramente, no me extraña. Lean a la blasfema pornógrafa insultar a la Santa popularmente conocida como Madre Maravillas por el pueblo de Madrid en el diario El País: “Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta. Parece un contrato sadomasoquista, pero es un consejo de la madre Maravillas. ¿Imaginan el goce que sentiría al caer en manos de una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos? En 1974, al morir en su cama, recordaría con placer inefable aquel intenso desprecio, fuente de la suprema perfección. Que la desbeatifiquen, por favor”.
Además, se burlaba de las barbaridades cometidas por esos milicianos contra las mujeres
Con ello, no solo insultaba a una santa y aplaudía las violaciones masivas contra las religiosas por parte de sudorosos milicianos socialistas y comunistas (les aconsejo este artículo del historiador Javier Paredes al respecto, que ya han leído 130.000 personas en Hispanidad), sino que, además, se burlaba de las barbaridades cometidas por esos milicianos contra las mujeres. No pasa nada, claro, porque se trataba de beatas hipócritas a las que, si lo sabrá Almudena, les encantaba que las ultrajaran.
Lo dicho, blasfema y pornógrafa. Premio Nacional de Narrativa 2018.