El Tribunal Supremo ha dictaminado que cualquier contacto corporal “con intensión sexual” será considerado abuso sexual, a partir de ahora.
¿Dar la mano supone intención sexual? Sí o no.
¿Un beso puede tener intensión sexual? Sí o no.
¿Un abrazo? Sí o no.
El Supremo olvida que el sexo masculino es emisor, mientras el sexo femenino es receptor. Ni superior ni inferior, distinto
Es lo mismo. Lo triste es que el Supremo ha acogido la necedad feminista y, sobre todo, dos de sus grandes mentiras: la mujer nunca miente y la mujer nunca acosa.
El Supremo, al final, olvida que el sexo masculino es emisor, mientras el sexo femenino es receptor. Ni superior ni inferior, sencillamente distinto.
Afortunadamente.