• Los estafadores se han reconvertido en la mentira: siguen hablando de células madre, sin especificar su procedencia.
  • Y no han detenido la matanza, sobre todo la procedente de la FIV.
  • Y continúan presumiendo.
  • La ciencia no ha logrado absolutamente nada con la utilización de embriones humanos como cobayas de laboratorio.
  • Ahora nos hablan de órganos humanos conseguidos a través de cerdos: pues estupendo.
  • Eso demuestra, además, que somos Espíritu y que no sólo somos lo que comemos.
Barack Obama (en la imagen) comenzó su mandato en la Casa Blanca, hace ocho años, haciéndose grabar por las cámaras de TV, rodeado de los científicos estafadores a los que quería financiar. ¿En qué? En la utilización de embriones humanos como cobayas de laboratorio. La mayoría de ellos procedentes de esa aberración llamada FIV a la que tantos ingenuos siguen viendo como un instrumento para dar vida cuando es justo lo contrario: una matanza.   Ha sido un fracaso científico y muchos científicos sinvergüenzas han vivido del erario público y han hecho carrera gracias a la farsa. Ahora, sabedores de que de nada sirve utilizar embriones humanos, han decidido cambiar de vía y volver a utilizar células no embrionarias, las células llamadas adultas, las del propio ser humano adulto, que son las que realmente funcionan, sin matar a nadie… y lo que la Iglesia ha venido defendiendo en solitario desde el principio. El engaño mediático se realiza suprimiendo el segundo apellido: ya no se habla de células madre embrionarias (es decir embriones humanos destrozados) pero, a pesar de ello, no se detiene la utilización de embriones congelados procedentes de la FIV como cobayas de laboratorio. Y nadie habla de ello. Si lo haces te llamarán fascista. En el entretanto, que la soberbia muere 24 horas después de su tenedor (en algunos caso a las 48), las células madre adultas, que son las que han logrado terapias sin matar a nadie. No, prefieren hablar de células-madre, sin apellido. Mientras, los científicos estafadores, se han pasado de los embriones a las células madre. Ahora resulta que volvemos a la carga. Otro gran invento, que nos explica el insigne Juan Carlos Izpisua: producción de órganos humanos iniciados en animales. No me gusta Izpisua porque no tuvo reparos en utilizar embriones humanos como cobayas de laboratorio, aunque cuando se demostró el fracaso se apresuró a cambiarse e irse hacia las células madre adultas, las no homicidas. En cualquier caso, con la producción de órganos humanos a partir de animales tan respetables como el señor gorrino. Y tiene grandes ventajas. Por ejemplo: 1.- Se demuestra la existencia de espíritus. No somos los que comemos ni un conjunto de células. 2.- Un nombre continúa siendo un hombre a pesar de tener un órgano recriado en marrano. Es como el filete que comemos: no nos convierte en vaca. ¿Por qué? Porque no sólo somos materia. También tenemos alma. Conclusión: la utilización de células madre embrionarias ha sido la mayor estafa científica del siglo XXI. Zapatero u Obama fueron dos grandes homicidas. Pero ojo, en España la matanza de embriones no la comenzó Zapatero sino Aznar, para ser exactos, la entonces ministra de Sanidad, hoy presidenta del Congreso, Ana Pastor. Eulogio López eulogio@hispanidad.com