• Pero si pudiera, y siempre se puede, no votaría ni a apoyaría a ninguno de los dos.
  • Promocionar el aborto es incitar a la violencia y consagrar el infanticidio.
  • Dicho esto, Trump es un submarino que parece pagado por los demócratas.
  • Vamos, que estas elecciones USA son un tongo perfectamente legal.
  • ¿Pero es que alguien piensa que puede ganar Trump?
  • La esposa de Bill es la reina del aborto y del financismo de Wall Street.
Dice Hillary Clinton que una persona que quiere ser presidente de Estados Unidos nunca debe incitar a la violencia. ¿Y qué es lo que ella hace cuando asegura que ratificará el derecho al aborto en toda la normativa que salga de la Casa Blanca? Insisto: no que despenalizará el aborto, sino que consagrará el derecho al aborto. ¿Eso no es incitar a la violencia y, además, contra el más inocente y más indefenso de los seres humanos? Lo que ocurre es que a doña Hilaria le repugna la violencia que mancha las manos porque ella es una chica muy fina. Por eso no le importa amenazar con borrar a Irán del mapa. A ver si nos entendemos: los melindres del Nuevo Orden Mundial (NOM), advirtiendo contra el desastre de un Donald Trump, elevado a presidente de EEUU, solo se los creen los tontos. Lo que quiere el NOM es universalizar el aborto y la ideología de género, además del financismo económico. Y eso es Hillary: la reina del aborto y de Wall Street. "¿Se trata de elegir entre una candidata discutible y un ceporro airado?", asegura un diario conservador español. ¿Discutible? ¡Anda ya! Si está clarísimo lo que es Hillary y lo que es el patán antihispano de Trump. Los dos forman parte del gran tongo de las elecciones presidenciales norteamericanas de 2016. Eso sí, un tongo perfectamente legal, al que colaboran tantos y tantos necios en la Vieja Europa. ¿De verdad alguien cree que Trump puede ganar las próximas elecciones? ¿Que por qué ha tenido éxito hasta ahora al menos en las primarias republicanas? Pues porque habla claro y a la gente, hasta a aquellos a los que le disgusta lo que dice, anhelan que alguien diga lo que piensa y no la hipocresía políticamente correcta. Por ejemplo, la de Hillary. Eulogio López eulogio@hispanidad.com