- Los presidentes de Cataluña, Euskadi y Navarra fueron los únicos que no acudieron a la Fiesta Nacional del 12 de octubre: sólo por fastidiar democráticamente.
- Eso sí, siguen cobrando del 'Estado'.
- Preocupante la euskaldinización de Navarra que perpetra Uxue Barkos.
- Mientras, el PNV chantajea a toda España con su minúsculo grupo de 5 diputados.
- Y el tonto útil de Pedro Sanchez se aviene cambiar una constitución.
- Donde se planteará la república, el laicismo y más dinero para los que odian a España. Genial.
Todo lo que tengo que decir lo resume perfectamente un
lector de Hispanidad en su breve pero enjundiosa misiva. ¿Para qué modificar la Constitución de 1978 -que tiene fallos ciertamente- si en el momento actual sólo va a servir para hacerla más relativista, con más ideología de género y, añado yo, más homicida? Pero el tonto útil de
Pedro Sánchez, considera que la cesión de Rajoy en una reforma constitucional constituye su único triunfo político y permite en ello. Que no nos pase nada:
acabaremos en una Constitución cristófoba y aumentará el enfrentamiento civil.
Me preocupa especialmente el caso de Navarra bajo la égida de la pintoresca
Uxue Barkos. Si uno apaga la voz del televisor, Barkos parece una señora afable, moderada, respetuosa. Pero cuando uno escucha lo que dice y contempla lo que hace… ¡qué peligro! Ahora mismo, Barkos se gana el premio a la mayor hipocresía de la política española.
Lo cierto es que su hipocresía es abertzale. Está euskaldinizando Navarra a la fuerza, sobre todo euskaldinizando la Administración foral, la que nadie que no sea euskoparlante podrá acceder en breve. Está haciendo desde todas las esferas públicas, cambios desde la enseñanza,
lo mismo que Puigdemont y compañía han hecho durante tres décadas en Cataluña: expulsar a lo hispano, a lo español y a lo cristiano, que es lo que odian. En Pamplona vuelve la
kale borroka contra todo signo de españolidad y de Hispanidad, lo segundo,
culminación de lo primero y lo primero esencia de lo segundo.
Respecto a los nacionalismos vasco y catalán la cosa es muy simple: sencillamente odian toldo o que huela a español. No le busquen más vueltas.
El PNV chantajea con su minúsculo grupo de cinco diputados al Gobierno de España, con la chulería habitual de
los Urkullu y los Esteban.
Un cambio constitucional servirá para que fluya más dinero hacia Euskadi y Cataluña -al menos, más créditos blandos-: más dinero y más poder dado desde España para quienes odian a España. Parece cosa de lelos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com