- Cuando algún obispo se ha atrevido a censurarle, don Fernando Giménez Barriocanal amenaza con marcharse.
- El poder del presidente de la COPE y mandamás de 13TV en la Conferencia Episcopal no tiene parangón en la historia del organismo.
- Controla el dinero de la Iglesia, por lo que, al centralizarse buena parte de los ingresos y gastos, todos los prelados dependen de él.
- Y además, controla la COPE y 13TV, puestas al servicio, no de la evangelización, sino del PP.
- En resumen, Barriocanal es uno de los elementos más eficaces a la hora de convertir a la Conferencia Episcopal en políticamente correcta.
A
Fernando Giménez Barriocanal (
en la imagen) le llaman el cardenal laico pero, créanme, no lo hacen con buena intención.
Ningún seglar, ni cura, ha tenido tanto poder en la
Conferencia Episcopal como el actual presidente de la
Cadena COPE.
Ningún obispo se atreve a chistar a don Fernando Giménez Barriocanal. Porque hablamos del
vicesecretario general de la Conferencia Episcopal para Asuntos Económicos y desde que se inventaron las conferencias episcopales, se han centralizado muchos de los ingresos y gastos (piensen en la asignación tributaria, por ejemplo). Así, cuando un obispo necesita dinero para su diócesis no tiene otra opción que acudir al todo poderoso Barriocanal.
Y en justa correspondencia, o así, ocurre que al cardenal laico no le tose nadie.
Ni tan siquiera en el centro mismo del poder eclesial español,
el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal. Un comité, por cierto, compuesto por el presidente de la CEE; el vicepresidente, el secretario general y tres obispos más, generalmente cardenales no eméritos. En teoría, el vicesecretario general para Asuntos Económicos no tiene por qué estar presente pero, miren por dónde, casi siempre está.
Así las cosas, en una de las reuniones del
Comité Ejecutivo, varios prelados le pidieron cuentas sobre una iniciativa de la COPE que no les parecía, cómo decirlo, extraordinariamente caritativa. No le censuraban, sólo reclamaban información. Pues bien, la respuesta de Barriocanal consistió en afirmar que ellos podían cesarle como presidente de la COPE pero que, en ningún caso, aceptaba que le dijeran cómo debía actuar.
Naturalmente, si eso llega a ocurrir en cualquier empresa 'laica', en el que un presidente sin una sola acción de la compañía, es decir, un asalariado –y muy bien pagado- le pusiera al Consejo de Administración en tamaña tesitura, la respuesta inmediata sería algo parecido a esto: tiene usted razón, lo único que podemos hacer es echarle. Queda despedido desde ya mismo.
Pero ningún obispo, ni tan siquiera la cúpula de la Iglesia en España, se atrevería a hacer tal cosa con don Fernando Giménez Barriocanal. Recuerden que
es el 'ministro de Hacienda' y hace y deshace a su antojo.
Además, los pobres obispos no entienden de esas cosas del dinero y de los pactos en las alturas del Olimpo empresarial, bancario y político: para eso está don Fernando.
Además, con su poder cuasi omnímodo,
don Fernando puede utilizar todo los resortes –por de pronto, mediáticos y jurídicos- que le otorga la COPE, 13TV y el control de las finanzas de la Iglesia
contra sus enemigos personales. Contra los suyos, no contra los de la Iglesia.
Con Barriocanal y los obispos ocurre algo parecido a lo que ocurre con
Soraya y Rajoy: los medios despedazan al presidente pero no tocan a su segunda. ¿Por qué será? Los medios destrozan a los obispos y cardenales, un día sí y otro también, pero a Barriocanal, ni tocarle: es uno de los nuestros. No en vano, ha convertido a los medios de
la Iglesia en políticamente correctos y ha puesto la COPE y 13TV al servicio del PP.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com