Escucho a tres conocidos periodistas repetir en una emisora de Radio Nacional que "esto no es un juego" y que mejor "nos lo tomamos en serio". Una tercera apunta a que "nuestro deber como periodistas es advertir de las consecuencias del Covid. Es decir meter miedo.
No sé si podría aportar una idea más elevada de lo que es el periodismo pero juraría que basta con que resulte menos pelmazo y un tanto menos adicto a colaborar con el poder en la represión de la libertad utilizando lo que siempre ha utilizado el tirano: el miedo. En este caso el miedo al virus, que ha colocado a los españoles en disposición de cumplir órdenes aunque sean las órdenes más estúpidas que he conocido a lo largo de toda mi vida: las de Salvador Illa y el experto Fernando Simón.
Estamos consiguiendo la España de los 'desganaos'. No es una España muerta: sólo mortecina y muy aburrida.
¿Saben qué? Alguien, con muy mala leche y peores intenciones, se está aprovechando del coronavirus para domeñarnos.
Y para vivir así, prefiero el virus.