- A los enemigos de la Iglesia, dentro y arriba, Francisco ha dejado de serles útil.
- Y así, la liturgia de la confusión continúa: ahora resulta que el Papa no se ha atrevido a hablar de los Rohingya.
- Cuando los más perseguidos en Birmania son los cristianos.
Viaje del
Papa Francisco a Birmania y Bangladesh. Empiezo por el final: RTVE, televisión progre de derechas, o sea,
de la cosa centro-reformista del PP, asegura que Francisco es cada vez más criticado
dentro de su propia Iglesia. Para entendernos, es más criticado dentro de RTVE.
Ahora bien, algo de razón tiene.
A este Papa le critican los llamados católicos conservadores y los llamados católicos progresistas. Para ser exactos los critican abiertamente los primeros y ahora los segundos empiezan a quitarse la careta: han vendido a un
Francisco, teólogo de la liberación, y cuando la realidad, siempre tozuda, ha demostrado otra cosa, se han visto obligados a secuestrarle. Están en ello.
Los plazos previstos se van cumpliendo. Eso sí,
el futuro no está escrito en parte alguna. Depende del hombre, que para algo es libre, y ciertamente de la gracia de
Padre Eterno.
El Papa no ha citado a los
Rohingya, aseguran los medios, también los medios progres. Hombre, lo cierto es que no son los musulmanes Rohingya quienes, al menos hasta el último éxodo, no son los que han sufrido la mayor ni más constante persecución, sino
los cristianos.
En cualquier caso, me temo, lo huelo, que hemos entrado en la era en la que
los enemigos de la Iglesia, los que están dentro y arriba, han decidido que Francisco ya no les es útil ni como pantalla y buscan sustituirlo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com