• Si levantas las fronteras comerciales entre países bien distintos estás metiendo la zorra en el gallinero.
  • Libre comercio sí, pero entre iguales.
  • No puedes liberalizar movimientos de capital o de productos sin homologar niveles de renta.
  • Al menos, a partir de un mínimo.
Se ponen como locos: acuerdo de 11 países del Pacífico para levantar aranceles comerciales y, de inmediato, nos encontramos con titulares como este: "La economía mundial se centraliza en el Pacífico". Pues no. De hecho, las economías asiáticas, sobre todo las de China e India, amenazan con hundirse, y sólo se salvarán si dan un giro copernicano: mejorar los salarios y las condiciones de vida de sus ciudadanos. En plata, dejar de explotar a sus conciudadanos. Al mismo tiempo, el FMI advierte que la economía mundial se ralentiza. Un pelín, en tasa anual, pero cuidado, porque ahora la nueva nube negra procede de Asia, no de Norteamérica. En cualquier caso, ningún acuerdo de libre comercio puede resultar justo si no se produce entre iguales. Tú levantas los contingentes y los aranceles y lo que consigues es que el pez grande se coma al chico. Para globalizar, primero hay que tener niveles similares de salarios y de nivel de vida entre los globalizados. Además, la fiscalidad y la política laboral deben ser similares. Lo otro es meter la zorra en el gallinero. Traducido: libre-comercio sí pero entre iguales, no entre ricos y pobres. Segundo: si liberalizas movimientos de capitales y de productos y servicios, también tienes que homologar condiciones de vida. Al menos, a partir de un mínimo. Por ejemplo, de un salario mínimo similar. En resumen: globaliza salarios o no globalices nada Eulogio López eulogio@hispanidad.com