- El druidismo no es más que una forma de satanismo pagano.
- Día de todos los santos: un cristianismo poco exigente no es cristianismo.
- El día dedicado a los fieles difuntos no es un culto a la muerte, sino a los muertos, que es distinto.
- Y no tiene miedo a la muerte sino a morir, que también es muy distinto.
Conviene insistir en ello porque,
a medida que Europa y España se americanizan, se vuelven más horteras. La izquierda progre española sigue protestando contra la incultura norteamericana, pero luego se va a McDonald's y celebra
Halloween, la cursi tontuna de Halloween.
La verdad es que esta fiesta pagana de lamentable origen consistía en el sacrificio del débil -sobre todo niños-
a las potencias druídicas, es decir, demoniacas. Sí, ya saben ustedes que las religiones paganas eran
una forma de satanismo empeñado en lo de siempre: aniquilar el débil: sacrificios de niños, de mujeres y demás originalidades.
Enfrente tenemos las conmemoraciones cristianas, europeas, del
Día de Todos los santos y la de
nuestros fieles difuntos.
Hay muchos Santos no canonizados, y en cualquier caso el ideal cristiano es ese:
la santidad. Sed perfectos como vuestro padre es perfecto. Nada menos.
Un cristianismo poco exigente no es cristianismo.
Y el día de fieles difuntos. Ojo, no es un culto a la muerte, sino a los muertos, que es distinto. Por las mismas,
el cristiano no le teme a la muerte, que es paso a una vida plena, sino al hecho de morir, que implica dolor y separación.
Aclaración:
Halloween no se ríe de la muerte, sino que rinde culto a la muerte, que también es distinto y, sobre todo, es morboso.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com