- Además, la III GM no es sino uno de los elementos de lo que está por venir.
- En cualquier caso, la historia es Providencia (99%) y Libertad (1%).
- Acumular alimentos supone prescindir del 99% y revela una falta de confianza en Dios. Precisamente, lo que nos ha llevado a donde estamos.
- Y recuerden: las profecías -las verdaderas, no los fraudes- se han dado para convertir, no para predecir.
No es que pueda empezar
la III Guerra Mundial sino que ya estamos en ella, sólo que por trozos, como dice el
Papa Francisco y
por temática, es decir, en distintos vectores.
No sólo eso: la
III GM no es sino una consecuencia más, sólo una más, de esta etapa fin de ciclo en la que vivimos. La gran tribulación no sólo es bélica. También es, por ejemplo, económica, y todos esos vectores concluyen en uno solo:
la gran tribulación contra la Iglesia de Cristo. Ni más ni menos.
Además, recuerden el discernimiento más eficaz y más necesario cuando hablamos de las profecías -las verdaderas, no las de iluminados ni las satánicas-: no se han manifestado para predecir, sino
para convertir. Dicho de otra forma, cada momento está escrito y hasta el último minuto todo puede cambiar. Depende de nuestra libertad porque
el mundo moderno ha olvidado que la historia es la historia de la libertad del hombre.
Bueno, y de la Gracia de Dios, pero
Cristo crea y luego se deja a merced del hombre, respeta nuestra libertad. Químicamente, yo asusto por esta combinación. La historia del hombre es en un 99%
providencia divina y en un 1%
libertad humana. Pero ojo, como ocurre con el tipo marginal, es el 1% quien decide el futuro.
Dicho esto, mejor, por todo esto, no me gusta esa obsesión que ha cundido en el mundo, especialmente en Estados Unidos,
por acumular alimentos y productos de primera necesidad -informa la NBC- ante lo que nos puede suceder. La razón es obvia:
implica convertir el precitado 1% en el 99%. Y así no vale. Es más, podemos estar haciendo el borrego.
En cualquier caso, acumular alimentos revela una
falta de confianza en Dios. Precisamente, lo que nos ha llevado a donde estamos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com