La patronal bancaria AEB y la antigua patronal de cajas de ahorros CECA (Isidro Fainé se opone a la integración) braman contra el impuesto sobre la banca que el PSOE lanzó en enero, cuando don Pedro tenía tiempo libre. Una medida cuya intención era pagar las pensiones. A ver si nos entendemos, una sola nómina mensual de jubilación supera ya los 9.000 millones de euros al año, cuando el beneficio del conjunto de la banca española fue de 15.000 millones de euros durante 2017. Es decir, el beneficio conjunto de todo el sector no da ni para pagar dos nóminas de las pensiones. ¿No es genial?
El beneficio conjunto de todo el sector no da ni para pagar dos nóminas de las pensiones
Pero lo peor de Pedro Sánchez no es la demagogia. Lo peor es que no se trata de perseguir a la banca que, comparada con los fondos, es la sombra; es hermana de la Caridad y, además, cumple un papel social interesante como gestora de pago.
No, hay que volver a James Tobin (en la imagen), el Nobel de Economía que propuso la creación de un impuesto universal. Pero Tobin no pretendía fastidiar a los bancos ni a nadie, sólo al especulador, que podemos ser todos. Lo que proponía Tobin era un impuesto a las operaciones en el mercado de divisas, el más especulativo de todos. Impuesto universal universalmente gestionado (Naciones Unidas) a favor del desarrollo.