Los menores no acompañados están causando verdaderos quebraderos de cabeza e, por ejemplo en el barrio madrileño de Batán. Es la España de Sánchez donde la violencia crece y la impunidad se impone.
Algunos de ellos no son niños, son delincuentes peligrosos y algunos de ellos no son menores sino adultos. Saben que tiene que ocultar su edad y su país de origen. Casi todos magrebíes, donde pululan aquellos que odian cualquier cosa que huela a España.
Podrías expulsarles si no fueran menores, sino adultos. Pero resulta que Naciones Unidas asegura que intentar conocer su edad atenta contra los derechos humanos. ¿De verdad?
De eso se aprovechan los delincuentes-menas y de eso se aprovechan ellos, de la mentira. Sobre la mentira no puede montarse nada justo pero en la ONU no lo saben.