- El drama del mundo actual nos lleva a lo de siempre: el problema del siglo XXI no radica en la falta de fe, sino en la falta de esperanza.
- El hombre moderno es incapaz de repetir esto: "Dios está pendiente de mi palabra".
Enormes minucias
La fe no consiste en creer sino en confiar
14/10/16 11:33
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