- El hombre que no hace el amor sino que folla, ahora se dedica a blasfemar.
- Tampoco es de extrañar: la cúpula de Podemos más que un partido político parece una cama redonda.
- 36 años sin esposa y sin hijos: Iglesias es la viva imagen de la España actual.
- Podemos representa al español revenido y avinagrado que no vota por algo sino contra alguien.
Engreído, pedante, perdonavidas y de una gran finura: "
Nosotros no hacemos el amor, nosotros follamos". Al Nicolás Maduro español, Pablo Iglesias, ésta era la frase, la idea-fuerza, que dirían los norteamericanos, que mejor le definía, al menos hasta ahora.
Y este
cimiento 'ideológico', el de la coyunda, resulta bastante lógico en el caso que nos ocupa, porque la dirección de Podemos, más que un partido político parece una cama redonda donde todos 'follan' (recuerden, ellos no hacen el amor), con todos y todas, en un constante intercambio de parejas que habla de la capacidad de compromiso de sus líderes… con los españoles y las españolas. Hablamos de compromiso personal; porque lo que es de compromiso político y yacente… andan sobradísimos.
El neocomunista Iglesias tiene 36 años pero se considera demasiado egoísta para tener un hijo. Tiene usted razón don Pablo:
un hijo ofrece una nueva vida lal padre pero complica mucho la vida del padre. Deje eso para la derecha: ellos paren y crían y usted ya les lavará el cerebro a sus vástagos en el colegio… con un buena educación pública, la educación de todos y todas.
Pero nada de quejas: esto es lo que ocurre cuando más de cuatro millones de españoles dan su voto a unos tipos que han pasado del 15-M de los perroflautas malolientes –el flauta más maloliente que el perro-, allá en la Puerta del Sol, a 69 diputados. Podemos es el español revenido y avinagrado que no vota por algo sino contra alguien.
Decía que, hasta el momento, lo del folleteo era la idea-fuerza que identificaba a Podemos. Pero esto ha cambiado mucho: ahora, como buenos progresistas (es decir, abajo los curas y arriba la faldas) se han pasado a la primera parte de la ecuación: abajo los curas. Y eso dentro del marco, incomparable marco, al que ya hemos aludido en Hispanidad:
estamos pasando del anticlericalismo a la cristofobia, al ataque directo.
Sucedió cuando el comecuras (que no comepapas: admira profundamente al Papa Francisco y manipula su discurso a conveniencia) Pablito Iglesias,
el Maduro español, se pedía una Vicepresidencia con el presidente Pedro Sánchez a la cabeza. Estaba el podemita desgranado los ministerios que anhelaba (curioso: se han hinchado a decir que no querían puestos ni cargos y empieza pidiendo vicepresidencia y cuotas de ministerios) cuando una periodista le preguntó quién sería el ministro del Interior: "No lo sé -respondió Pablito-, pero puedo asegurarle que será un ministro del Interior que no se encomendará a la Virgen María".
¡Pero que ocurrente es este chavalote! Sobre todo a la hora de blasfemar. ¿Lo cogen, verdad? Como el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz es católico, miembro del Opus Dei (lo que no ha servido para mucho, dicho sea de paso), tenía que dejar claro que él, don Pablo, el follador de Sol, tiene muy superadas esas concomitancias cavernícolas de la devoción a la Virgen María. Además, lo suyo es la coyunda, que no para otra cosa le sirven ellos y ellas. Bueno, en este caso ellas.
Así que ya lo saben: hasta entonces era el amor libre -que significa eso que está usted pensando- lo que identificaba al Lenin español, mejor, al Madurito español. Pero ahora no, ahora el rey del apareamiento se dedicará a desasnar a todos los católicos incapaces de comprender el neosiglo-neocomunista de la neoilustración: superar la anticuada devoción a la Virgen. Y lo dice este pedantón que quiere vicepresidir esta
"Tierra de María"… que siempre ha sido España.
Por cierto, si la identificación de Podemos ha pasado del sexo al odio a la fe, Pablemos debería reparar en ese
medio cerebro que es su portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre: para unir ambas idearios: -abajo los curas y arriba las faldas- en un solo acto hay que hacer lo que hizo Rita:
profanar una capilla con las domingas exhibidas.
Tampoco hay que extrañarse demasiado: Podemos representa al español revenido y avinagrado que no vota por algo, sino contra alguien
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com