• Y la pornografía la convierte en un objeto.
  • Nada ha hecho más daño a la mujer durante el último siglo que el feminismo.
Me encontraba yo el otro día en Andalucía cuando me eché a la cara el diario Sur, el más vendido en Málaga. Una sesuda firmante defendía las muy sesudas declaraciones de doña Manuela Carmena contra el traje y la corbata masculinos, especialmente en verano. Pero lo grave no es que consuma demasiado aire acondicionado, lo cual ofende a la verde Manuela sino que, según la plumífera sureña, el aire acondicionado es machista, porque provoca constipados en las señoras que son las que en verano van más ligeras de ropa. Vamos, que les falta textil. Comprenden: el virus feminista ha corroído el cerebro femenino y ahora estamos donde estamos. Pero vamos con cosas más serias, con una sola cosa más seria, que está en la raíz de todo lo demás: el problema es que el virus feminista impide contemplar como lo que es: algo palmario. Y es esto: a más liberación sexual, la predicada por el feminismo, más esclavitud femenina y más violencia contra la mujer. La pornografía cosifica a la mujer. Créanme: nada ha provocado más violencia machista durante el último siglo que el feminismo. El director de Interviú, precisamente de Interviú, aporta su granito de arena, en una intervención en RTVE. Suspiraba nuestro hombre por el aumento de la violencia machista y de las actitudes patriarcales. Precisamente Interviú para el que una mujer es un objeto para rijosos, se coloca en defensa de la mujer. Vamos, que el director de Interviú es un feminista de tomo y lomo, si ustedes me entienden. Eulogio López eulogio@hispanidad.com