Los papas de los niños nacidos a partir del jueves tendrán cinco semanas de vacaciones, pero a RTVE -feminismo obliga- le gusta recordar que todavía está muy lejos de las 16 semanas que disfrutan las madres. Esto es injusto, atenta contra la igualdad, la diversidad y la racionalidad.
Y todavía no hemos descubierto como puede querer embarazado el varón
Está claro: se trata de que las madres rebajen su permiso de paternidad a otros cinco meses.
El feminismo odia la maternidad y considera que la maternidad es lo que perpetúa la “esclavitud” de la mujer. El problema estriba en que la naturaleza es fascista y, como tal, prohíbe que los varones se queden embarazados o den el pecho. Y así no puede haber igualdad.
La necedad feminista es como la erupción del volcán Kilauea: no tiene fin.