• Señor: concédenos sacerdotes santos.
  • Ahora mismo, ser sacerdote es ser un héroe, dentro de la Iglesia y de puertas afuera.
Día de San José, día del Padre y del seminario. Llevo cuarenta años oyendo hablar de crisis del sacerdocio y ahora resulta que es verdad, lo cual demuestra que, si perseveras, en el infundio acabas acertando. De hecho, quien asegura que va a llover acaba teniendo razón. Decía Giovanni Guareschi que los viejos párrocos tienen los huesos duros, pero no dijo que no tuvieran corazón. La barca de Pedro se sujeta sobre esos párrocos que sufren una soledad tremenda, al menos en lo que se refiere a afectos humanos. Al mismo tiempo, me recuerda un sacerdote veterano, amigo desde hace mucho tiempo, que aconseja la siguiente oración urgente: "Danos, Señor, sacerdotes santos". En cualquier caso, rezar por los sacerdotes es algo muy útil, especialmente hoy. Ahora mismo, ser sacerdote es ser un héroe, tanto dentro de la Iglesia y de puertas afuera. Eulogio López eulogio@hispanidad.com