En resumen, el PP no se atrevió a reducir las subvenciones de las energías renovables porque no hace progresista y, sobre todo, porque ya afronta bastantes conflictos judiciales (ojo, sobre todo, interpuestos por los fondos y bancos financiadores del chollo renovable de Zapatero) y no quería más líos.
Lo que hizo Soria fue no reducir, apenas, las subvenciones a las renovables pero obligarles a pagar más impuestos a todos los productores.
Lo que nos lleva al principio de siempre: primero energía barata, luego energía verde. Entre otras cosas, porque las energías tradicionales también son verdes, más eficientes y sobre todo, mucho más baratas y no financiadas por el erario público, algo que resulta tremendamente injusto.
Llevamos una década financiando las energías eólica, fotovoltaica y termosolar. Hemos parado el déficit, pero no esta sangría de dinero, esta barbaridad zapateril, que nos ha perjudicado a todos y que todavía no hemos conseguido quitarnos de encima.
Eulogio López
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