No es por molestar pero el informe presentado por el Consejo de Caixabank con motivo de su última Junta General de Accionistas, celebrado el jueves 23 en Barcelona, publicó un informe sobre la economía mundial. No dejen de mirar el primero de los cuadros sobre entorno económico.
Ahí verán cómo Estados Unidos, la cabeza de Occidente, una economía desregulada, creció un 2,4% y, como un gran éxito, espera hacerlo al 3,1% en 2015. Europa, por contra, creció un 0,9% el pasado año mientras Rusia lo hizo en un 0,1%, lo mismo que Japón y Brasil. Un poco más México, el 2,1% pero tampoco es como para tirar cohetes. Los grandes crecimientos se los llevaron China e India. Los chinos crecieron un 7,4% en 2014 y están muy preocupados porque según el FMI sólo crecerán un 6,7%, mientras la India creció un 7,4% en 2014 y este año prevé terminar en el 6,9%. Es decir, que aquí sólo hay dos economías pujantes. Ahora bien, esas dos supereconomías, una de ellas aspira a superar a Estados Unidos y la otra a oparle, son, al mismo tiempo los dos modelos de exploración laboral por antonomasia. No sólo eso, son dos economías cerradas que exigen al resto una total y facilitadora abertura. Pero, sobre todo, son las economías pujantes porque explotan a sus trabajadores. De hecho, los centros de estudios norteamericanos llevan mucho tiempo, demasiado, esperando que los chinos se rebelen, porque su Gobierno es muy poderoso pero ellos continúan sobreviviendo como pueden. Pero no olvidemos que China es un país dos sistemas: una tiranía comunista y un sistema económico capitalista. India, si me apuran es peor, por la misma razón por la que sus pobres son más pobres que los chinos. Los indios son panteístas, los chinos se conforman con ser materialistas. Es mucho mejor esto que aquello. Y es que se trata de crear riqueza y de repartirla. China e India no lo hacen y si ese es el modelo económico de éxito en la sociedad global, pues casi me quedo con un crecimiento mediocre pero más justo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com