Mañana del martes. El Congreso decide que no habrá comisión parlamentaria para investigar a Felipe González y sus vínculos con los GAL. Como hizo con Juan Carlos I, Sánchez ha permitido que se plantee la cuestión para luego bloquearla. De esta manera ha asustado al Rey Felipe VI -más que al Rey Juan Carlos I- y ahora a Felipe González.
Pero hombre, si los vínculos los conocemos todos. Verán: claro que González, entonces presidente del Gobierno creó los GAL.
¡Pues claro que fue Felipe González quien creó los GAL! ¿Y eso es malo? Yo creo que no. Los asesinos etarras campaban a sus anchas: asesinaban y extorsionaban en España y luego se dedicaban a veranear en Francia, mientras nuestros queridos amigos galos les permitían vivir a cuerpo de rey. Y dentro, el PNV jugaba a lo que ha jugado siempre: unos menean el nogal y otros recogemos las nueces.
Llega un momento en que a González se le inflan las narices y ordena pagarles con la misma moneda. En mi opinión era legítima defensa en estado puro. Los israelíes son expertos en esta materia. Luchan por su supervivencia y cuando tiene localizado al asesino envían un comando que, si no puede detenerlo (esto también lo hicieron) le matan. Legítima defensa.
González pecó al contratar asesinos a sueldo, con lo que se ponía a la altura de los etarras. Lo que tenía que haber hecho es enviar comandos militares o policiales españoles a Francia. Y si no se les podía secuestrar y ponerles ante la justicia, sí, resulta ético eliminarles. Legítima defensa: soldados españoles defendiendo vidas españolas.
Y tenía también que bregar con los franceses que obviamente pondrían el grito en el cielo, pero cuya cobardía merecía la invasión de su territorio para acabar con el santuario etarra allende los Pirineos.