Los cálculos los ha hecho la asociación Derecho a Vivir: desde que el Partido Popular presentó, en 2010, el recurso de anticonstitucionalidad contra la Ley Bibiana Aído de Aborto -o sea, la ley abortera de Zapatero- se ha matado a más de un millón de niños no nacidos en España.
Ojo, hablamos sólo de aborto quirúrgico, no químico. Recuerden, dado que el empeño de la progresía consiste en ocultarlo, una de las grandes verdades ocultas de nuestro tiempo: todos los anticonceptivos que se despachan en el mercado a día de hoy son potencialmente abortivos: es decir, actúan tanto antes como después de la concepción. Cuando actúan después, están matando a un ser humano.
Pues bien, sólo en aborto quirúrgico, 1 millón de españoles han sido asesinados en el vientre materno en 10 años.
El presidente del TC, González Rivas, otro cobarde
La ley se promulgó el año 2009 pero fue en 2010 cuando el Partido Popular se dignó poner un recurso ante el Tribunal Constitucional. Naturalmente, cuando a finales de 2011 Mariano Rajoy llega a La Moncloa, no sólo es que ha perdido todo interés en defender la vida humana del más inocente y mas indefenso: es que además, presiona al Constitucional para que no tome ninguna prisa en analizar si una ley de aborto atenta contra el derecho constitucional a la vida... para el que no se necesita, precisamente, ser un jurista de reconocido prestigio: los fetos se parecen tanto a los niños que corren el riesgo de ser niños.
En cualquier caso, el TC lleva 10 años con el expediente guardado en un cajón. Nadie se atreve a decir que el aborto atenta contra el derecho a la vida en un tiempo en que la desfachatez ya habla de “derecho al aborto”. Sí, el derecho de una madre a matar a su propio hijo en sus propias entrañas.
El actual presidente del TC, Juan José González Rivas, cumple 10 años con el recurso en el cajón, pero, miren por dónde, tampoco ha tenido tiempo para meterse con él: es muy abstruso.
¡Cuánto cobarde!