Otro misil podemita, mientras Pedro Sánchez bosteza. La Vicepresidencia de Pablo Iglesias ha llevado al Congreso el proyecto de ley contra la violencia a la infancia. Decíamos ayer que ya resulta peligroso lo del ‘coordinador de bienestar y protección del menor’, a todos los cuales -esto no lo dice la ley pero podría- se les exigirá votar a Podemos, pero la ley contra la violencia a la infancia va mucho más lejos y constituye un lavado de cerebro a los niños, bajo un lema -tampoco figura en la ley pero podría- que el verdadero amigo de los niños es Pablo Iglesias y el verdadero enemigo del niño son… los padres del niño.
Y así, el proyecto de ley facilita el arrebatarle los hijos a los padres ampliando las posibilidades para quitarles la patria potestad. Todo buen comunista sabe que si son los padres quienes educan a sus hijos tendremos un fascista en potencia.
El proyecto facilita quitarles la patria potestad a los padres
Otrosí: la ley de Pablo Iglesias multiplica la España de la delación y amplía los delitos de odio. Ya saben: hay odios buenos y odios malos. Por ejemplo, es un odio bueno, manifestar ira por la muerte de George Floyd. Sin embargo ,discrepar del feminismo, el homomonio o la transexualidad (también citado en la ley) no sólo es malo, sino un delito penado con cárcel, porque basta con que alguien te acuse de odiar a feministas, homosexuales o trans.
En pocas palabras, lavado de cerebro a los menores desde su más tierna infancia.
La ley de Pablo Iglesias multiplica la España de la delación y amplía los delitos de odio. Ya saben: hay odios buenos y odios malos
Y además, la autoridad permitirá la delación anónima en caso de violencia contra el niño. Incluso de lo que algún acusador pueda considerar que es violencia. Una hermosa forma de, oculto en el cobardón anonimato, fastidiar al vecino donde más le duele. Y amparado por la ley de Pablo Iglesias, el amigo de los niños.