- Naturalmente el informe no va a descubrir nada, pero sí va a servir para que Donald Trump sea un presidente bajo sospecha.
- Eso se llama subvertir el orden burocrático.
- Aunque él ya se ha apresurado a negarlo, el ambicioso Obama ya prepara a su chica, la mala uva de Michelle como candidata a la Presidencia. Que no nos pase nada.
- Excusatio non petita, accusatio manifesta.
José María Sánchez Silva, autor de
Marcelino Pan y Vino, ganó un concurso de piropos con el siguiente requiebro: "Señorita, vaya usted con Dios… pero vuelva".
El mejor consejo, que no piropo, que se le puede lanzar a
Barack Obama (
en la imagen junto a Trump) es éste: "Márchese señor Obama… y no vuelva".
Insistimos,
Estados Unidos vive lo nunca visto: un golpe de Estado civil. No han bastado las manifestaciones intentado impugnar el resultado electoral, no han bastado las peticiones de recuentos
y las acusaciones de fascismo a Trump. Ahora es el propio presidente de Estados Unidos quien ha encargado un informe a
la CIA para saber si los rusos han podido alterar los resultados con ataques informáticos. Y
lo quiere para antes del 20 de enero cuando abandonará, ¡por fin!, la Casa Blanca.
Pues oiga, si los rusos pueden manipular el recuento de votos en EEUU, casi mejor que Estados Unidos se dé de baja como primera potencia mundial.
Naturalmente
el informe no va a descubrir nada, pero sí va a servir para que
Donald Trump sea un presidente bajo sospecha. Eso se llama subvertir el orden burocrático. Si lo hubiese ordenado el zafio Trump,
Europa pondría el grito en el Cielo, pero como lo hace Obama,
el peor presidente sufrido por los Estados Unidos durante el último medio siglo, todos aplaudimos entusiasmados.
Lo dicho,
aunque él se ha apresurado a negarlo, el ambicioso Obama ya prepara a su chica, la mala uva de
Michelle, como candidata a la Presidencia. Excusatio non petita, accusatio manifesta.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com