- La Cataluña de los tres tercios: separatistas, nostálgicos-separatistas e hispánico-catalanistas.
- Pero insisto: en Cataluña no va a pasar nada: donde pasará será en el conjunto de España.
Juan Español se siente despreciado por el separatismo catalán, y lo malo es que Juan Español no distingue entre el conjunto de los catalanes
y el tercio de separatistas rabiosos.
Porque esa es otra, la población catalana se divide en grupos: Los hispano-catalanes, que se sienten
españoles y catalanes, los separatistas obnubilados (otro tercio) y
un tercio de nostálgicos de una Cataluña en solitario que saben imposible, así que se conforman con la situación.
Un catalán me lo explicaba así: es como un tío que se mira al espejo por la mañana y con pena ve que no es el más guapo de todos, pero se conforma y sale a la calle a vivir su vida.
Volvamos a lo que molesta a Juan Español del catalán.
1.- Lo primero la
arrogancia del separatismo, en cuya raíz siempre está el "soy catalán y por tanto superior a ti". Sobre todo a esos andaluces vagos que constituyen la esencia de España. Sí esa soberbia existe y es muy molesta.
2.- El
narcisismo. Muchos separatistas han descubierto que basta con chillar "independencia" para que toda España esté pendiente de ti. Siguen el viejo lema de las 'doñas' del Hola: "que se hable de uno aunque sea bien". Sí,
el catalán separatista es un narciso insufrible.
A lo mejor limando ambas asperezas podríamos llegar a un entendimiento.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com