¿Y qué quiere decir esto? Que la jerarquía eclesiástica está hecha unos zorros?
Pues no lo sé pero prefiero no profundizar en ello. A fin de cuentas hablamos de un colectivo amplio y hay de todo. Sólo sé que cuando oigo algunas declaraciones de cardenales de ringorrango, sufro reconcomios feroces. Y peor que las declaraciones son las omisiones. Recuerdan aquello de que "si estos callan gritarán las piedras". Lc 19, 28-40).
La situación de la jerarquía actual recuerda aquello de que cuando todos hablen gritarán las piedras
Y también sé que el gran restaurador y reformista Juan Pablo II caminó, a lo largo de 26 años de edad, y renovó esa jerarquía. Vamos, que nombró a los más sanos y a los más sabios. en algunos de ellos, me temo que bastantes. Esos bastantes degeneraron y algunos de esos bastantes fueron los que se rebelaron abiertamente contra Benedicto XVI, en cuanto le veían una continuidad de San Juan Pablo II el Grande. Y ahora parece como si quisieran vengarse de Wojtyla y deshacer toda su propia existencia anterior bajo el primado del Papa polaco. Con el Papa Francisco, y no digo que sea el culpable, porque sinceramente pienso que no lo es, se está produciendo una involución en la jerarquía. Involución en santidad, digo. Ahora, no antes, claro que la Curia, y buena parte de la jerarquía debe ser reformada. Es decir, re-santificada. Porque los curas íntegros no ocupan puestos de relevancia en la Iglesia. Y sí, la crisis de santidad de la jerarquía, sobre todo por pecado de omisión, es síntoma de fin de ciclo. Eulogio López
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