- El feminismo de los millonarios filántropos pretende esterilizar a todas las mujeres.
- A todas las del planeta, pero sobre todo a las pobres, que no hacen más que parir.
- Luego está el feminismo de Beyoncé que consiste en enseñar el trasero.
- Pero eso sí, con la sana intención de empoderar a las mujeres. Todo sea por la liberación.
Hay dos
feminismos en el mundo. El uno lo representan multimillonarios, como por ejemplo,
Bill Gates y
David Rockefeller, el coleccionista de escarabajos (
en la imagen). Lo ha descrito perfectamente
la socióloga y ex feminista Gabriela Kuvi, que le sitúa a esos dos multimillonarios detrás de los ataques a la familia. Buena crónica la de
Actuall.
En efecto, por una parte está el feminismo de los multimillonarios y multimillonaria -por ejemplo, Melinda Gates-, de corte
filántropo (¡Dios nos libre de los filántropos!).
En este grupo pululan otros dos feministas: los también multimillonarios
Bill y
Hillary Clinton, así como
Michelle Obama, que aún no es millonaria pero enseguida empezará a forrarse de forma violenta y asaz ansiosa. En cuanto abandone la Casa Blanca.
Este primer grupo de millonarios filántropos y feministas (Millonarios FF) sólo tiene un objetivo: acabar con las clínicas de maternidad y, por el mismo precio, con la
maternidad, propiamente dicha. Serían felicísimos si pudieran esterilizar a todas las mujeres del planeta, especialmente a las del Tercer Mundo que, como son muy ignorantes, no hacen más que parir.
Las hembras de los países ricos tiempo hace que separaron amor, sexo y procreación en compartimientos estancos, algo así como modista, peluquería y pedicura. A esas no hace falta presionarlas.
Y todo ello, claro está, lo hacen por la humanidad. Estos ricos son muy humanitarios. Bueno, y también por la estabilidad social: los ricos adoran la estabilidad de sus fortunas.
Y luego está el "feminismo de
Beyoncé" que consiste, mayormente en enseñar el culo, mientras
se exige, con mucho arte y mucho talento, el empoderamiento de las mujeres. O sea, lo que perpetrara la noche del miércoles nuestra admirada amiga Beyoncé en Barcelona. El hecho de que la pornográfica y rijosa cantante afroamericana -o sea, negra- cosifique a la mujer como un objeto de placer para el varón no es óbice para luchar por los sacrosantos derechos de las féminas. Enseñando el trasero también se lucha por la causa, mientras se deja a los intelectuales mediáticos que dignifiquen la retaguardia de Beyoncé. Por ejemplo, con el acostumbrado tropo de que, aunque muestre el pompis poderoso usted debe fijarse, exclusivamente, en su poderoso mensaje de liberación.
Y así, entre
hipocresía e hipocresía, vamos pasando la juventud. Pero el feminismo de Beyoncé me preocupa menos que el de Rockefeller y Gates.
Insisto, todavía hay algo más tonto que un obrero de derechas. Un varón feminista. Ahora bien, tanto que hay que reconocer que algunos feministos no son tontos: son listillos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com