• Curioso: los ciudadanos cada vez pagan más al Estado y cada vez se sienten menos protegidos.
  • El modelo norteamericano, defenderse uno mismo, se impone.
  • Y proliferan los mesnaderos.
  • Lo cual significa liberalizar el mercado de las armas.
  • El arma de fuego es cobarde, pero es como el hombre débil se iguala al fuerte… y la mujer se iguala al hombre.
Se está produciendo un fenómeno curioso: aumenta la violencia en el mundo. Los ciudadanos cada vez pagan más dinero al Estado para que les proteja y cada día andan más desprotegidos. Pero eso se forman mafias o, si lo prefieren, autodefensa. De esta manera, el Estado abdica de su principal función: la seguridad. Y de esta forma se desarrolla en Europa el modelo americano: el individuo decide defenderse a sí mismo. Tiene sus riesgos pero resulta comprensible. Y entonces llega el segundo debate: se pueden vender armas a cualquiera para que se defiendan por sí solos. El arma blanca era mucho más noble que el arma de fuego. Había que olerle el sobaco al adversario si entrabas en liza con él. Con el arma de fuego se extiende la cobardía. No hace falta ni mirar al rostro de la víctima: le puedes matar a distancia. Al tiempo, es verdad que el arma de fuego iguala al débil con el fuerte… y la mujer con el hombre. En cualquier caso, hasta la guerra se ha vuelto un negocio privado de mercenarios, de mesnaderos. Y eso no es bueno porque el conflicto bélico queda desprovisto de toda ética, de todo mandamiento. La guerra se queda sin leyes. Y eso no es bueno. Eulogio López eulogio@hispanidad.com