- Son un ejemplo de los 'nuevos' multimillonarios por huir del parqué y preocuparse de la imagen.
- Y es que la bolsa sólo es buena cuando debutas, a partir de ahí se convierte en un engorro.
- Sin embargo, lo que nunca prescribe es la percepción de la imagen…
- De ahí que los conservadores Charles y David Koch den apoyo económico al grupo Meredith para comprar la editorial Time.
Los
hermanos Koch huyen de la
bolsa pero les gusta la
prensa, ¡qué listos son! Por ello, Charles y David (
en la imagen), dueños de Koch Industries -
junto a Cargill, una de las dos empresas más grandes de EEUU- son un ejemplo de
los 'nuevos' multimillonarios, que pasan del parqué y se preocupan de la imagen.
Y es que la bolsa sólo es buena para el empresario en el momento del debut, a partir de ahí se convierte en un
engorro y en un foco de preocupaciones. Uno debe de estar pendiente de cómo va la cotización,
de las subidas, de las bajadas… Y claro, no es de extrañar que los Koch no estén por la labor. Además, no cotizar les permite
eludir algunas obligaciones, como la publicación de sus balances y resultados.
Sin embargo, lo que nunca prescribe es la
percepción de la imagen… y es importante cuidarla. De ahí que los conservadores Charles y David Koch den apoyo económico al grupo
Meredith para comprar la editorial
Time: 545 millones de los 2.350 millones que cuesta la operación. Pueden hacerlo sin problemas porque dirigen un
gran conglomerado de empresas de diversos sectores (refino de petróleo, fibra, energía, productos químicos, minerales, fertilizantes, papel, ganadería, finanzas...).
Y no faltan los
vínculos políticos. Fueron uno de los financiadores del movimiento ultraconservador
Tea Party (del que han salido nombres como
Sarah Palin o
Ted Cruz y que apoyó a
Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes) y también dieron dinero al
partido republicano (de hecho, el vicepresidente
Mike Pence les debe gran parte de su carrera…). En las últimas elecciones, las de hace un año, los Koch pusieron 600 millones.
Con un historial así,
se puede prescindir de la bolsa, pero no de la imagen y menos de la editorial que edita revistas como
Time o
Fortune…
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com