- La corrupción no es cosa de ricos y poderosos: todos somos corruptos.
- Da la impresión de que los denunciadores de corrupciones tampoco están libres de pecado. Pero sólo es una impresión.
Los nuevos luchadores contra la corrupción, especialmente la televisiones más progres, como La Sexta, llevan su celo hasta el punto de que aquel que no denuncia con voz tonante y de forma constante, permanente y muy pesada, casos de corrupción es
porque él mismo tiene algo que esconder. Esta es la España donde vivimos y el periodismo imperante.
Ahora bien, insisto, la corrupción no es patrimonio del poderoso. Es verdad que éste tiene más tentaciones pero no significa que consiente más en ellas. En resumen, olvidamos que la corrupción alcanza a todas las clases sociales.
En la izquierda y en la derecha. Un ejemplo de corrupción son los padres de alumnos de el colegio Nuestra Señora del Recuerdo, de Madrid, el famoso centro de los jesuitas ubicado en el norte de la capital. Es un concertado con lo cual se exige una cierta cercanía residencial al centro. Ahora bien, al parecer la zona que rodea el Recuerdo debe estar habitada por todos los vips de Madrid.
Muchos chavales que viven en urbanizaciones alejadas muchos kilómetros pueden acudir al Recuerdo porque sus padres han falsificado su empadronamiento. Y de paso, algunos de ellos se han hecho con una bonita plaza de garaje en la zona, a precio de vecino, aunque no son vecinos.
He aquí una corruptela, porque encima, como colegio concertado, resulta que le estamos pagando entre todos un colegio prestigioso a aquel que no tendría derecho a él. ¿Que se trata de pequeñas corruptelas?
Sí, pero son miles de pequeñas corruptelas. Y puede que no sean más porque no pueden ser más.
El problema no es que tengamos unos políticos corruptos: es que todos somos corruptos. Y da la impresión de que si no nos corrompemos más es porque no podemos. Y una segunda impresión me asola: que los denunciadores de corrupción tampoco están libres de pecado. Pero sólo es una impresión, que conste.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com