Insisto: a San Juan Pablo II y a Benedito XVI se le insultaba pero no se les tergiversaba. Eran unos papas fachas pero nadie se atrevía a cambiar sus palabras. Por contra, a Francisco, que no es ‘fachas’, se le manipula a conciencia, en la prensa: con decirles que le aplaude Pablo Iglesias. Si yo fuera Francisco estaría aterrado.
Así que mejor ir a las fuentes originales, por ejemplo al propio Vaticano. Domingo 29 de noviembre, misa con los nuevos 13 cardenales de Francisco y visita -y deferencia de Francisco con el papa Benedicto XVI, que sí, que lo sigue siendo, aunque no gobierne y muchos deseen verle muerto-.
Es el primer domingo de Adviento, que significa que viene la Navidad y que viene Cristo, ambas cosas. Por eso, la liturgia enlaza los textos evangélicos navideños con el final de los tiempos, con el “tiempo final”, que transcurre entre la redención y el juicio de las naciones, es decir, los, por ahora, 2020 años de nuestra era. Y Francisco también lo hizo en su homilía a los nuevos cardenales. Como se entere Pablo Iglesias de que Francisco ha vuelto a hablar de que vivimos una etapa de final de ciclo, me temo lo peor. Por ejemplo, un Aló vicepresidente: ¡Temblad benditos!
‘Maranata’, o ‘Maran atha’, es la frase del Adviento. San Pablo la popularizó en su primera carta a los corintios, empleando una expresión aramea -la lengua que hablaba Cristo- aunque la carta fue escrita en griego. Se ha traducido al español por “El Señor viene” y es lo que celebramos en Adviento.
Y entonces va Francisco y les dice a sus nuevas eminencias, como si fuera un profeta o vidente cualquiera, que es el momento de “no dejarse llevar por el desánimo… sino por la esperanza” y les recuerda -como se entere don Pablo- que Cristo igual que “vino a nosotros (hace 2.000 años) volverá al fin de los tiempos”.
“Es de noche, y todavía no vivimos en el día, sino en la espera”. Ahora combatimos contra el sueño de la mediocridad en la entrega y la indiferencia, pero “levantad la cabeza se acerca vuestra liberación”
Vamos, que eso del fin del mundo atrae a demasiados iluminados… pero eso no significa que no forme parte, y relevante, del Magisterio de la Iglesia y que por algo lo repetimos en el Credo: "Y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos y su reino no tendrá fin".
Por si no había quedado claro, Francisco, el presunto papa progre, advierte que aún “es de noche, y todavía no vivimos en el día, sino en la espera”.
Y que, claro, en esta etapa fin de ciclo, ahora mismo… debemos combatir “contra el sueño de la mediocridad en la entrega y la indiferencia”.
Es curioso que a quienes hablan de que vivimos en una etapa fin de ciclo siempre se les trate como profetas de calamidades, cuando los propios textos de la liturgia, de los que parte todo, hablan del fin de los tiempos, uniendo incluso la caída de Jerusalén, años 70, ante las tropas de Tito y Vespasiano, con el juicio de las naciones… que tampoco tiene por qué coincidir con el juicio final. De hecho, si algo ha caracterizado a los estudiosos del capítulo 24 de San Mateo y del capítulo 21 de San Lucas (los llamados capítulos escatológicos) o del propio Apocalipsis de San Juan, con el que se cierra el año litúrgico y que se ha leído estos días atrás en la Eucaristía, es que nunca olvidan el epílogo: “cuando comiencen a suceder estas cosas, levantaos y alzad vuestras cabezas porque se acerca vuestra liberación” (LC, 21, 28). Vamos, que los llamados mensajes apocalípticos no son tristes, sino alegres. Constituyen, nada menos que “nuestra liberación”.
Papa Paco: te has vuelto a pasar. Ahora necesitaremos nuevas toneladas de retorcimiento para hacerte pasar de nuevo por un Papa progre. Aunque mucho me temo que el Nuevo Orden Mundial (NOM) ya considera a Francisco un Papa menos manipulable que al comienzo. Vamos, que ya no le puede exprimir más. Vamos, que ya no le sirve. Creo que ahora pasarán al terrorismo directo.