Como la tensión social no deja de crecer, más vale recordar una perogrullada (o lo que debería ser una perogrullada): hay que ser más valiente para no matar que para matar. Y el colofón lógico: lo más difícil es perdonar. El rencor crece por sí solo.
Enormes minucias
Matar es fácil: lo difícil es perdonar
Conviene recordarlo, ahora que la tensión social se ha disparado
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