María Jesús Montero, ministra de Hacienda y ministro portavoz, ha utilizado una entrevista periodística para desautorizar a Pablo Iglesias. El vicepresidente segundo, en su papel de malote, aseguró el miércoles que los Presupuestos del Estado 2021 no se pactarían ni con el PP ni con Ciudadanos. Marisú Montero, que no Irene Montero, dice ahora, mañana del jueves, lo contrario de Iglesias: “Todos aportan y nadie sobra”.
Es la contradicción creativa. El miércoles, durante la última sesión de control al Gobierno, la vicepresidenta Carmen Calvo, aseguraba que la Monarquía no está sometida a debate en España, justo lo contrario que aseguró, dos escaños a la izquierda Iglesias, que ya va a camino de la III República a gran velocidad.
PSOE y Podemos son dos entes bien distintos, pero unidos por su común cristofobia
En cualquier caso, a Montero (Marisú, no Irene) no le ha costado mucho censurar a quien se supone que, con categoría de vicepresidente, es su superior. Y no le ha costado nada porque a María Jesús, como al resto de ministros socialistas, don Pablo les cae, un poquito gordo.
Está claro que hay dos gobiernos: el de Pedro Sánchez y el de Pablo Iglesias. Unidísimos, ciertamente, y dispuestos a permanecer tres años… y hasta tres siglos en el poder, siempre que la Patria lo reclame.
El odio a todo lo que huela a cristiano, aún más fuerte en el moderado Sánchez que en el extremista Iglesia, les mantiene unidos
¿Qué es lo que une a personajes tan distintos y tan distantes como Pedro y Pablo?: su común cristofobia. Ahí son almas gemelas, piensan igualito. El odio a todo lo que huela a cristiano, aun más fuerte en el moderado Sánchez que en el extremista Iglesias, les mantiene unidos.